Correr es una pasión que atrapa a todos los
géneros y edades. Cada vez más personas toman calles y plazas de la ciudad. No
se trata de una moda, sino de una actividad que, por sus beneficios, se va
convirtiendo en una adicción saludable. Sin embargo, todavía muchas personas
consideran que se trata de una rutina sólo para personas con cierto nivel de
entrenamiento físico. Error.
Salvo que cuestiones médicas lo impidan, el
running es una de las actividades físicas más sencillas, independientemente del
nivel de condición física que tenga la persona. Con dedicación y constancia,
cualquiera puede convertirse en un "atleta de fin de semana".
Un prejuicio que se debe desterrar es que se
conseguirán los mismos resultados si se camina que si se corre.
Lo
primero que se debe hacer antes de comenzar una actividad física es una rutina de estudios para saber en qué
condiciones de salud estamos
Es que se trata de dos actividades físicas
totalmente diferentes: correr es un deporte de impacto, que envía
"choques" al cuerpo que activan los músculos, los ligamentos y
tendones. Y aporta una sesión de ejercicio cardiovascular superior a la que brinda
caminar.
"Lo primero es realizar una rutina de
estudios para saber en qué condiciones de salud estamos", destacó. Y
enumeró lo que un chequeo previo al inicio de la actividad física debe incluir:
consulta con el médico cardiólogo para conocer antecedentes familiares y
personales, electrocardiograma, eco doppler, prueba de ejercicio -o ergometría
de 12 derivaciones-, espinograma para conocer el estado de la columna
vertebral, análisis completo y ionograma (minerales). Ahora sí, con el apto
físico en condiciones, ¡a correr!
– No es necesario tener zapatillas la profesionales:
si bien es verdad que lo ideal es usar un calzado especial, con la
amortiguación necesaria para reducir riesgos de lesión, para empezar cualquier
zapatilla cómoda sirve. Es más, resulta recomendable que el pie ya esté
acostumbrado al soporte.
– Empezar de a poco: La profe recomendó
comenzar una vez por semana, para luego aumentar de a poco hasta el ideal de
tres. "Lo recomendable es alternar trote y caminata (30 segundos y un
minuto) o comenzar con trote y cuando falte el aire caminar hasta alcanzar la
capacidad aeróbica máxima, que es la resistencia, que se va a mejorar con el
tiempo", aconsejó.
– Mejor espacios al aire libre: será mucho más
ameno estar en contacto con la naturaleza o la calle.
– No correr con hambre ni tampoco muy lleno:
según La profe, media hora antes de empezar se debe tomar una infusión con
tostada y recién después comenzar a trotar. Respecto a la hidratación, "lo
ideal es beber agua antes, durante y después de correr, pero nunca de a grandes
cantidades, sino pequeños sorbos".
– Evitar aburrirse: correr con algún amigo o
amiga, por más que no se vaya conversando en el trayecto, es el consejo de los
que saben. La compañía resulta clave tanto para arrancar como para no
abandonar.
– Nunca en frío: una caminata rápida de cinco
minutos será suficiente para preparar los músculos para el ejercicio. "Yo
siempre recomiendo activar el cuerpo mediante movimiento y no elongar antes,
sino hacer rotaciones con la articulación de la cadera", destacó La profe.
La elongación debe realizarse al final del
ejercicio La elongación debe realizarse al final del ejercicio
– Comer: lo que se consuma después del
ejercicio ayudará a construir músculo: "Después del ejercicio se debe
comer proteína, como yogurt, queso".
– Ahora sí, elongar: al final del ejercicio se
deben hacer estiramientos leves, pero sin abusar, más si se entrena solo sin la
profesor.
Con estos sencillos consejos casi no quedan
excusas para calzarse las zapatillas y comenzar el camino hacia la vida
running. Exigirse desde el comienzo sólo llevará al fracaso. "El cuerpo
solo va a demandar más intensidad de entrenamiento, a medida que pasen las
semanas", concluyó La la profe.
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